martes, 30 de abril de 2013

La deslegitimación del títere de Cuba es la prueba de fuego




Liberación Nacional y No-Reelección (24)



Todo el proceso electoral está viciado, desde la cedulación y el registro hasta la totalización. Lo tiene en su poder una gavilla, organizada para delinquir, bajo la dirección de Cuba.

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1.- “Los votos que anunció el CNE no son los votos que sacó el candidato Maduro.” Estas palabras del candidato de oposición, junto con múltiples denuncias que las acompañan, confirman que el proceso electoral en Venezuela se ha convertido en un concurso de delitos electorales. Nos da la razón a los que veníamos sosteniéndolos desde hace mucho tiempo, recibiendo descalificaciones desde la misma oposición. Todo el proceso está viciado, desde la cedulación y el registro hasta la totalización. Lo tiene en su poder una gavilla, organizada para delinquir, bajo la dirección de Cuba. La delincuencia electoral es en Venezuela una modalidad de la delincuencia organizada, que somete al país al dominio de Cuba, por medio de sus títeres, torciendo la voluntad popular. Estamos en poder de una mafia electoral. Ratifica que de ninguna tiranía comunista se sale por elecciones.

Las tiranías comunistas clásicas, por ejemplo Cuba, no organizan mafias electorales porque no necesitan simular que son democracias. En cambio, la delincuencia electoral es una necesidad de la tiranía comunista venezolana por estar requerida de celebrar elecciones para preservar la fachada democrática ante la comunidad internacional. Pero por si acaso, con el fin de evitar sorpresas, Cuba misma se encarga de organizar la delincuencia electoral en Venezuela, por lo cual controla y supervisa, aquí y desde La Habana por cable submarino, todas las etapas del proceso electoral: cedulación, registro, máquina de votación bidireccional, transmisión de datos, movilización y totalización.

Cuando caiga la tiranía comunista habrá que enjuiciar y meter presos, hasta que se pudran en la cárcel, a todos los partícipes de la mafia electoral, no sólo por el concurso de delitos electorales continuados, sino por haber estado al servicio de Cuba (traición a la patria).

2.- “No vamos a participar en una auditoría chimba del CNE, porque en ese caso estaríamos apoyando una mamarrachada.”

Con estas otras palabras el candidato de oposición ha descalificado al CNE como órgano imparcial y confiable, que así nos lo presentaban antes en contra de la opinión nuestra. Y lo ha desnudado para mostrarlo como lo que es: un instrumento de la tiranía comunista, encargado de proclamar su victoria electoral fraudulenta. Ya nadie de la oposición nos puede repetir el cuento chino de que “el sistema está blindado”, ni venir a pedirnos “respeto al árbitro”. Está clarísima la exactitud de la máxima: “árbitro vendido/juego perdido.”  ¿Cómo justificarían en adelante seguir jugando con el mismo árbitro, habiéndose probado que está vendido, y que no puede ser de otra manera, puesto que lo ha escogido la tiranía comunista de la cual forma parte?

3.- “Nicolás Maduro y el grupito de enchufados se robaron las elecciones.” Con estas otras palabras del candidato de oposición queda claro que Maduro es un gobernante ilegítimo, puesto allí por el fraude consumado por la delincuencia electoral organizada que actúa al servicio de Cuba.

La ilegitimidad de Maduro obliga a su desconocimiento. Y el desconocimiento se expresa en manifestaciones de rebeldía cívica y desobediencia civil, único modo de que tenga resultados.  Pero se ha optado por recurrir al TSJ, a sabiendas de que, con toda seguridad, la sentencia será en contra, el día que salga. Es meter el caso en el congelador, dándole tiempo a la tiranía comunista, al servicio de Cuba, para desgastar a la oposición. Sin calle los recursos judiciales no tienen futuro.

Conspira en contra de la oposición el peso de la burocracia en su seno, porque diputados, gobernadores y alcaldes dependen del Gobierno Nacional, o sea, de Maduro, que paga el situado y los sueldos. A lo que se sumará el señuelo de las elecciones municipales. De ello se valdrá Maduro para torcerle el brazo: obligarla a reconocerlo a él y al CNE e ir a elecciones municipales sin condiciones comiéndose sus propias palabras. Y con estos hechos desmentirá las denuncias ante la comunidad internacional.

¿No hay esperanzas? Sí la hay. Está en una oposición de calle que encabece la rebelión de las masas, de la cual los votos del descontento fueron apenas el anuncio. Le ha abierto la puerta de entrada al escenario político la misma tiranía comunista al cerrar definitivamente la salida electoral.

lunes, 22 de abril de 2013

Ilegitimidad agravada





Liberación Nacional y No-Reelección (23)


La crisis política no ha sido resuelta. Sigue allí. La auditoría del 46% de los votos sólo ha postergado el desenlace, actuando la crisis económica como un combustible regado en el piso del sistema. El ajuste profundo que demanda abrirá las compuertas a un posible estallido social. El sistema va camino a la voladura.



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La crisis política no tiene salida electoral. Nunca la tuvo porque es una crisis sistémica. Ahora todos saben que las elecciones son y seguirán siendo fraudulentas, así cuenten y recuenten los votos. Lo que decíamos unos pocos, a quienes nos llamaban peyorativamente radicales, ha saltado a la vista del mundo entero como una verdad irrefutable. En Venezuela los procesos electorales son fraudulentos desde que nos gobiernan los comunistas.



Ventajismo y fraude son las columnas electorales del sistema. Consumado el ventajismo está ganada la mitad de la elección. La otra mitad se asegura con el fraude. Alguien falló para que la diferencia fuera de menos de un millón de votos, como se acostumbra. Forzado al recuento el régimen vuelve a hacer uso del ventajismo. Proclama el ganador sin haberse hecho el recuento. Acepta éste para después que el proclamado se juramente. Después de posesionado, se demorará el recuento lo suficiente para que la gente se canse de esperar y, desde luego, terminará convalidándose lo hecho antes, a menos que la presión de calle obligue a un pronunciamiento contrario. Y si fuere así, la última palabra la tendrá el TSJ que ha hecho ver que sentenciará a favor de Maduro. El que cae en la trampa no sale de ella. No tiene escapatoria. Para eso todo está atado y bien atado.



Pero ahora el sistema cojea de la pata que alardeaba: el pueblo está convencido de que todo el proceso electoral es fraudulento. Ni que la oposición acepte un resultado adverso, podrá borrarse la mancha del fraude de esta elección. No hay bautismo que limpie a Maduro de su pecado original: la ilegitimidad. Es el más ilegítimo de todos los presidentes en la historia de Venezuela. Comenzó por gobernar en nombre de quien ya era difunto, diciendo que seguía vivo. Continuó presentando un documento supuestamente firmado por quien ya era difunto. Y, finalmente, ha ocultado el acta de defunción del difunto, escondiendo la fecha, el lugar y la causa. A esta cadena de ilegitimidades, se le añade ahora, lo que nunca antes había ocurrido: la acusación de fraude por la oposición, que no se la quita ni la bendición papal, si la consiguiera, y mucho menos el TSJ.



A la mácula de ilegitimidad se le agrega en su persona el haber sido  escogido por Cuba, sin ningún otro mérito que la adhesión y la fidelidad. Lo único que estudió en su vida fue la doctrina comunista impartida en Cuba. Se ganó la confianza de los Castro, quienes practican la peor especie de comunismo: monárquico, militarista y degenerado, porque convierte a la gente en lumpen tarifado. El papel de Maduro es implantar el modelo cubano y mantener a Venezuela bajo el dominio de Cuba, hasta constituir formalmente la Confederación Vene-Cuba que existe de hecho, como lo demuestra que Cuba haya escogido el sucesor del difunto. Pero mientras los Castro le habían hecho creer al difunto que sería el presidente de Vene-Cuba, porque la vejez de ellos hacía presumir que morirían primero, con Maduro la situación es diferente. La presidencia la tendrá Cuba.



En socorro de Maduro, para suplir su ilegitimidad, viene la Internacional Comunista de América Latina (Foro de Sao Paulo) y el Eje del Mal (Corea del Norte, Irán, Siria, etc.) Se explica por su identificación política. Distinto es el caso de la Colombia de Santos. ¿Qué hay detrás de su apoyo? Solamente lo sabremos cuando Maduro muestre públicamente su partida de nacimiento y las de sus padres. Hay que tener presente que los guerrilleros colombianos que ocupan la región fronteriza son comunistas, pero también colombianos. Significa que toda la región fronteriza con Colombia está ocupada por colombianos, por añadidura comunistas. Son bienvenidos a Venezuela los colombianos pacíficos, trabajadores y honestos, pero no podemos permitir la presencia de colombianos armados que ocupan territorio nacional. Estos colombianos están ejerciendo posesión a favor de su país, lo que va en contra de Venezuela ya que la mejor política de buena vecindad, tan necesaria, debe basarse en una regla elemental: cada quien en su casa y Dios en la de todos.

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